Se estima que las pérdidas económicas aumentaran a 2.400 mil millones en 2030, debido a las altas temperaturas.
En muchas economías el conocido «estrés térmico» supone también una amenaza para la productividad. Es un fenómeno que ya es habitual y que solo va a más por el calentamiento global.
El calor excesivo además de suponer un riesgo general para la salud restringe las funciones y las capacidades físicas de la persona, así como su capacidad y productividad. La productividad laboral disminuye cuando la temperatura supera entre los 24 o 26 °C, y al alcanzar los 33 o 34 °C, con una intensidad de trabajo moderada, los trabajadores pierden un 50% de productividad, resume el informe Trabajar en un planeta más caliente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El calor es un riesgo para la seguridad y la salud en el trabajo en todos los sectores, aunque afecta especialmente a algunos desempeños que entrañan más esfuerzos físicos o que se desarrollan en el exterior: «Por regla general, estas actividades se dan en los ámbitos de la agricultura, bienes y servicios medioambientales (gestión de recursos naturales), la construcción, la recolección de residuos, los trabajos de reparación de urgencia, el transporte, el turismo y los deportes.
– Fuente: https://ethic.es/2023/08/como-afecta-el-calor-a-la-productividad/