La empresa ICON, creadora del brazo robótico gigante es lucha contra la crisis inmobiliaria en la que se encuentra inmersa Estados Unidos y el resto del mundo.
El sector de la construcción, especialmente en la construcción de edificios, está evolucionando rápidamente desde hace unos pocos años, y teniendo en cuenta el crecimiento de los proyectos de impresión 3D, no será de extrañar que en un futuro se empiece a ver muchos hogares construidos con impresoras 3D, no solo por la versatilidad de los trabajos, sino también debido a los menores costes en su fabricación que estas máquinas requieren en comparación con la construcción tradicional.
La compañía ICON, que se encuentra en Austin, Texas ha desarrollado un brazo robótico gigante llamado Phoenix, que puede insertar la cantidad exacta de hormigón para crear una estructura a la par terminar las piezas con un patrón de diseño determinado.
Este gran brazo robótico articulado, con el objetivo de aumentar la velocidad de la construcción, reducir el tiempo, dinero y la cantidad de obreros necesarios, se mueve sobre una base giratoria que permite imprimir al completo un edificio desde los cimientos hasta las estructuras del techo.
El brazo desarrollado por ICON, posee un sistema de IA para conseguir ese diseño exclusivo y dar algo más de creatividad a la construcción. A través de estos avances la empresa busca a medio plazo de poder construir comunidades enteras a un bajo coste y se calcula que podría ahorrar hasta unos 25.000 dólares de media en la construcción de una casa estadounidense.
