El Fondo Monetario Internacional lanzó una ruta para que el avance de la Inteligencia Artificial no afecte negativamente el empleo de millones de personas
La Inteligencia Artificial posee un potencial transformador en diversas áreas económicas, sociales y laborales y aunque su alcance completo se mantiene incierto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha delineado algunas posibilidades, retos y como la IA podría afectar a países con economías desarrolladas y en vías de desarrollo.
Como producto de la adopción de tecnologías con IA generativa el FMI anticipa cambios relevantes en el mercado laboral. Estas tecnologías pueden aumentar la productividad y mejorar la prestación de servicios públicos, lo que podría representar un avance para muchas economías.
Sin embargo, estas innovaciones también plantean preocupaciones en torno a la pérdida de empleos. Por lo que el FMI sugiere la implementación de políticas fiscales adecuadas que promuevan una distribución más equitativa de los beneficios derivados de la IA para mitigar estos efectos.
Estrategias como la ampliación de los seguros de desempleo, la capacitación en competencias relacionadas con la IA, y el fortalecimiento de la protección social, buscan no solo amortiguar el impacto de la automatización en el empleo, sino también preparar a la fuerza laboral para los nuevos requerimientos del mercado.
La capacitación continua es otro aspecto fundamental enfatizado por el FMI, así como la actualización constante y la adquisición de nuevas habilidades tecnológicas son esenciales para que los trabajadores se mantengan competitivos y puedan adaptarse a los cambios impulsados por la Inteligencia Artificial.
