Se podrá cambiar el hecho de que definitivamente los robots no fabriquen nuestras casas, las razones son más complejas de lo que parece a simple vista; pero esto podría cambiarse
Muchos sectores productivos avanzan sin cesar con la introducción de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la robótica, Internet de las Cosas (IoT), la impresión 3D y la realidad aumentada, y lamentablemente el sector de la construcción lo hace a un ritmo más lento.
Esto se debe a un tema de procesos, ya que en la mayoría de los casos las constructoras se manejan como hace 40 años, y los cambios que se han producido fueron impulsados por la evolución de los materiales de construcción.
Por ejemplo, en albañilería no hay manuales de procedimiento ni formas de evaluaciones estandarizadas. Las tecnologías existen, pero para que sea exitoso hay que eliminar las numerosas ineficiencias que existen en la construcción.
La empresa de inteligencia del mercado Omdia presentó un informe en el que declaraba que la construcción estaba “lista para la disrupción” debido a su historial de subdesarrollo tecnológico, y predecía que la compra de robots de construcción se multiplicará por diez hasta 2025. Mientras que la encuesta llevada a cabo por la consultora Oxford Economics indica que el 81% de estas empresas introducirán o aumentarán el uso de robótica y automatización en la próxima década, siendo constructoras que pican en punta están en Estados Unidos, China e India.
La renuencia de la industria a adoptar nuevas tecnologías se basa en algo más que en la falta de ganas de invertir; las máquinas que están alineadas con la automatización son costosas y requieren un período prolongado antes de ofrecer una rentabilidad satisfactoria.